Antes, la fototerapia con luz roja sólo se utilizaba como parte de un tratamiento profesional de la piel. Hoy en día, una serie de dispositivos caseros, como mascarillas faciales emisoras de luz, varitas manuales y paneles luminosos, la han puesto al alcance de todos.
A ello se suma la avalancha de famosos y gente «normal» que se muestran en las redes sociales utilizando la fototerapia con luz roja. Pero antes de subirse al carro, es importante informarse sobre su funcionamiento, beneficios y riesgos.
¿Cuál es la ciencia de la fototerapia con luz roja?
Los láseres tradicionales, como la luz pulsada intensa (IPL), se absorben rápidamente por la piel y causan daños localizados para desencadenar una reacción curativa. La fototerapia con luz roja funciona de forma diferente.
La fototerapia con luz roja utiliza longitudes de onda bajas (660 nm y 890 nm) de luz roja e infrarroja cercana. Las luces LED rojas son absorbidas por la capa superior de la piel (la epidermis) y penetran en los niveles más profundos conocidos como dermis.
Las longitudes de onda de la luz roja estimulan las células de la piel, en particular las mitocondrias (el banco de energía de las células). Aquí es donde la cosa se pone interesante. El aumento de energía en las células las ayuda a funcionar a su máximo nivel.
La revista científica Seminars in Cutaneous Medicine and Surgery informa de que entre los beneficios de la fototerapia con luz roja se encuentran el aumento de la producción de colágeno y elastina, la mejora de la circulación y la reparación de los tejidos.
Suena muy bien, ¿verdad?
¿Qué beneficios aporta la luz roja a la piel?
La terapia con luz roja -también llamada terapia con luz de baja intensidad (TLBI), terapia con láser frío y terapia con luz LED roja- no es invasiva. Esto la ha convertido en una opción popular para quienes desean tratar ciertos problemas cutáneos o mejorar la salud de su piel. Pero, ¿hay pruebas que respalden estas afirmaciones?
Signos de envejecimiento
Uno de los usos más populares de la fototerapia con luz roja son sus efectos antienvejecimiento de la piel. Algunos estudios a pequeña escala muestran que la terapia de luz roja puede mejorar la complexión de la piel, la rugosidad, el colágeno y la apariencia de líneas finas y arrugas.
Mientras tanto, un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology descubrió que las luces LED rojas e infrarrojas de bajo nivel aumentan «significativamente» el ácido hialurónico, el colágeno y la elastina en la piel. Los autores afirman: ‘estos hallazgos sugieren que los tratamientos con luz roja e infrarroja de bajo nivel presentan oportunidades para tratamientos diarios y en el hogar para pacientes con fotoenvejecimiento y piel fotodañada’
Acné
HiperpigmentaciónLa hiperpigmentación se refiere a las zonas de la piel que tienen más pigmentación que otras zonas, lo que hace que la piel sea más oscura. Existen varios tipos de hiperpigmentación. Entre los más comunes están las manchas solares (causadas por la luz UV) y el melasma (que se cree que está relacionado con las hormonas).
Este estudio demostró que las longitudes de onda del infrarrojo cercano (sobre todo 830 nm) inhibían la tirosinasa (enzima responsable de la producción de melanina). Los autores concluyeron: «La fototerapia con esta longitud de onda podría ser una herramienta útil para tratar a pacientes con hiperpigmentación. Aunque necesitamos más experimentos para comprender todos los efectos, así como su seguridad».
La verdad es que, cuando se analizan todos los estudios (¡no hay muchos!) en este campo, el jurado aún no ha decidido si la fototerapia con luz roja es eficaz en el tratamiento de la hiperpigmentación.
Independientemente del beneficio cutáneo que busque, es probable que necesites muchos tratamientos para obtener resultados visibles y que el efecto no sea duradero. Como con cualquier tratamiento, merece la pena sopesar los beneficios y los riesgos.
¿Puede causar cáncer la fototerapia con luz roja?
En resumen, no existen pruebas definitivas de que la fototerapia con luz roja provoque cáncer. Los vínculos entre la fototerapia con luz roja y el cáncer son algo confusos. Algunos estudios indican que la fototerapia con luz roja puede ayudar en el tratamiento del cáncer. Otros estudios sugieren que puede aumentar la posibilidad de padecer cáncer de piel. Ninguna de las dos teorías ha sido probada o no.
Lo que sí sabemos es que la luz ultravioleta (UV) es un factor de riesgo importante para el desarrollo del melanoma. La fototerapia con luz roja no utiliza luz UV. Tampoco calienta ni quema la piel. Sin embargo, cualquier persona con antecedentes de cáncer de piel que esté considerando el uso de la fototerapia con luz roja debe ser prudente y consultar a un profesional sanitario.
¿Existen otros peligros de la fototerapia con luz roja?
En general, la fototerapia con luz roja se considera segura y adecuada para todo tipo de pieles. La luz se aplica sobre la piel durante unos 10-30 minutos, sin necesidad de tiempo de reposo. Los efectos secundarios, si los hay, suelen ser mínimos, como un leve enrojecimiento o un ligero hormigueo.
Aunque existen pruebas (como ya se ha mencionado) de que la fototerapia con luz roja puede ser beneficiosa para la piel, hay que tener en cuenta algunos factores.
La investigación sobre los efectos de la fototerapia con luz roja aún está en sus inicios. No se sabe exactamente cómo produce beneficios terapéuticos. Además, la mayoría de los estudios son pequeños, utilizan animales o son in vitro (realizados en un laboratorio con una placa de Petri o un tubo de ensayo). También hay incoherencias entre los distintos estudios. Esto incluye el tipo y la intensidad específicos de la longitud de onda y el momento del tratamiento.
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