Himenoplastia o Reconstrucción de Himen

Como sabéis, esta práctica quirúrgica es muy solicitada por mujeres cuya cultura le da una importancia suprema a la virginidad de la mujer, contextos sociales donde los genitales femeninos son meras herramientas masculinas.

Sin entrar en si me parece bien o mal (¿a quién le importa eso?), quiero darte algunos consejos informativos acerca de qué es lo que estás pensando hacer y cómo debe hacerse, antes de que hagas las cosas de “aquella manera”.

Bien, como sabes, la reconstrucción de himen es una práctica quirúrgica surgida como solución a aquellas mujeres que sin ser vírgenes querían aparentarlo en su noche de bodas. Las razones más consagradas para ello son el rechazo familiar propio y de la familia del marido, así como el repudio del propio futuro cónyuge, sin entrar en medidas mucho más agresivas como castigos físicos e incluso la muerte por lapidación en algunas culturas.

Introducción

Pero, ¿qué es el himen, que tanta importancia se le da? El himen no es más que una membrana carnosa en forma de anillo situada a la entrada de la vagina cuya función es proteger los genitales de la niña de posibles infecciones externas. Conforme van creciendo y llegando a la adolescencia, la vagina desarrolla su propia “flora antigérmenes”, con lo que el himen va perdiendo sentido y comienza a hacerse más débil.

Otra opinión es la que dice que el himen no sirve para nada. Según algunas voces médicas, el himen sería un resquicio en la formación del aparato genital femenino. Arguyen que cuando el canal vaginal está completamente formado, sus paredes comienzan a separarse y de dicha separación queda un trozo de carne que es el himen.

Sea como fuere, el himen no parece tener más función que la meramente biológica y todo lo demás han sido significados que el ser humano le ha ido dando como un subproducto egocéntrico de las sociedades machistas desde el albor de los tiempos. A este respecto, algunos sociólogos afirman que el himen no es más que una “frágil telita cubierta de gruesas ideas”.

Esas “gruesas ideas” es lo que lleva a muchas mujeres del mundo a sentirse mal por haber perdido el himen “antes de tiempo”. Pero se puede hacer una reconstrucción del anillo himeneal (nombre con el que también se conoce al himen) utilizando diversas técnicas quirúrgicas. El significado simbólico consiste en la adquisición de un estatus social al pasar de la neutralidad sexual a la vida sexual activa.

Fases de la reconstrucción del himen

Existen varios métodos para la reconstrucción del himen, pero sea cual sea el que elijas, el proceso consta de tres fases:

1. La mujer sangra por la ruptura del himen (es así como una mujer se da cuenta de que esto ha sucedido, ya que se producirá cuando no se tenga la regla o incluso antes de la menarquía o primera menstruación).

2. Reconstruir lo roto: Se reconstruye el himen mediante distintos procesos para que vuelva a sangrar.

3. Por último, después de la operación, se deja un pequeño orificio para la salida de fluidos corporales y los puntos se reabsorben solos en los jugos vaginales al ser solubles.

Técnicas de la reconstrucción del himen

De entre las técnicas para la reconstrucción del himen, la más sencilla es aquella en la que simplemente se unen los restos que puedan quedar de himen aplicando anestesia local, pero se debe realizar poco tiempo antes de que se vayan a mantener relaciones sexuales, por la debilidad de la reconstrucción. Es por esto que para su idoneidad se debe hacer entre tres días y una semana antes de la boda.

Otra medida temporal es una sustancia llamada “Alloplant”, un material biológico desgarrable que se implanta en la entrada de la vagina de manera que imite al himen “virginal”. También debe llevarse a cabo poco antes del primer coito “oficial”, que normalmente suele ser la noche de bodas.

Una técnica similar, es crear una membrana con una irrigación sanguínea. Algunas veces, puede incluir una cápsula gelatinosa de una sustancia creada en laboratorio que imita la sangre.

Una intervención más seria sería la cirugía plástica vaginal, en la que se hace una incisión a ambos lados del epitelio vaginal (la mucosa que recubre las paredes vaginales) y se unen entre sí. Al contrario que las otras dos técnicas, en este caso se debe esperar un tiempo antes de tener relaciones sexuales ya que hay que dar tiempo a que la herida se recupere.

Por otro lado, no parece que este tipo de intervenciones tengan inconvenientes específicos más allá de los típicos que puedan aparecer en una intervención quirúrgica “menor” como las que estamos tratando. Por esto, lo más recomendable es que si estás pensando en algún tipo de intervención de reconstrucción de himen, primero tengas un asesoramiento ginecológico que te informe perfectamente de las ventajas y posibles inconvenientes de este tipo de procesos. Un estudio previo es fundamental para ver cuál es el método que mejor se puede adaptar a ti.

Estadística

Además, según las estadísticas, una de cada mil mujeres nacen sin himen. Por otro lado, el 44% de las mujeres no sufren pérdida de sangre durante el primer coito, lo que significa que aunque sean vírgenes, la “ofensa” se dará de igual manera en la noche de bodas o en algunas pruebas antihigiénicas y nada cuidadosas que se dan en algunos entornos culturales a las mujeres antes de la boda para comprobar su sangrado.

Con todo, debes saber que el hecho de que el himen esté intacto no significa que la mujer haya dejado de ser virgen en términos estrictamente sexuales, ya que el himen puede romperse por la introducción de un dedo en la vagina, un tampón, montar a caballo o un desafortunado golpe en la zona genital femenina mientras se hace deporte (por ejemplo, es típico perderlo en una clase de educación física cuando se es niña).

Precio o coste de la reconstrucción del himen

Con respecto al valor económico de estos procedimientos, pueden variar, pero suelen rondar una media de los 2.000 euros de coste. Así mismo, la duración de las intervenciones puede durar entre 15 minutos y dos o tres horas. Son bastante sencillas y cortas.